Jeff Bezos, el fundador de Amazon, no empezó con los libros porque fuera un gran lector o amara los libros (que puede que lo sea, la verdad es que lo desconozco). Lo hizo porque los libros eran productos con un alto índice de ventas porque era fácil satisfacer a las personas con el producto y podía ofrecer una amplia variedad de los mismos. Su tienda abrió el mercado al resto de productos poco tiempo después y sus dos grandes fuertes son , por un lado, que tiene un amplio mercado de productos (de esta manera, si uno fracasa otro puede correr mejor suerte) y, por otro,  dedica el máximo tiempo, esfuerzo e inversión a ofrecer al cliente la mejor experiencia posible de compra. 

La mayoría de los escritores que autopublican hacen muy pocas acciones para vender sus libros y desearían que otros les llevara el marketing para dedicarse sólo a escribir. 

El problema es que no todos los escritores tienen dinero para contratar una agencia de marketing ni todas las agencias de marketing saben cómo funciona Amazon y muy pocas están especializadas en libros. Así que estos escritores publican sus libros, ven que en poco tiempo se vuelven invisibles y, lo peor de todo, es que creen que no han hecho un buen trabajo.